En este libro, la autora rinde un homenaje a su aita, que era de Etxalar y a toda una generación que salió adelante con muy pocos recursos, haciéndolo muy dignamente.

Aunque el hilo conductor es ficticio, alguno hechos fueron verdad. Empezando por que su aita vivió parte de su niñez y juventud en Etxalar, al cuidado de su “peculiar” tía, hermana de su amatxo, al enviudar esta. Entre esos montes creció, se hizo contrabandista de cigarrillos y demás mercancías, se aficiono a la pelota y vivió hasta que la vida lo llamó a otra parte.

Después, asentado ya en Guipúzcoa, otras vivencias llegaron para él, entre las que se encuentran sus tres campañas marítimas, con la compañía LA PYSBE, dedicada a la captura del bacalao en Groenlandia.

Otras obras de la autora: Maletas vacías, Marina, Luciérnaga eta La Canción del mar